Libro hecho en colaboración con Sofía Alemán Arozena, donde se pusieron en común fotos de Tenerife y Malta. 

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Where to go for sun: Canary Islands or Malta/Gozo?

 

Un vecino de Sliema, Malta, hizo un mural con recortes de revistas a la salida de un garaje, delante puso un sofá de polipiel y colgó dos peluches de unas cuerdas, como si hubieran sido ajusticiados por un rey loco. El resultado es un extraño salón en plena calle.

 

Uno se acerca para ver mejor las diferentes partes del abigarrado collage; Cesc Fábregas en sus años del Arsenal, la telenovela Sins, la Virgen María, una modelo en bikini, una cesta de Navidad, un cowboy, Mickey Mouse abrazando a unos niños, un hombre depilado enseñando su torso, San José con el Niño Jesús, una familia feliz, un coche deportivo, un crucero, etc. 

 

De entre todas las imágenes hay dos que llaman la atención, un anuncio turístico de Tenerife y otro de Malta. Ambas hacen referencia a lugares separados por 4000 kilómetros, pero muestran lo mismo: la promesa de la felicidad a unas cuantas horas de vuelo. 

 

Por 849 euros puede disfrutar de Tenerife, según nos dice la publicidad. Vemos el auditorio de Santa Cruz, una bonita silueta de 72 millones de euros recortada frente a las montañas de Anaga. La distancia a la que está el edificio disimula la cubierta de trencadís que se resquebraja como un huevo duro y el pivote que sujeta su funcional cresta/ola.

 

Zarpando de Malta, un crucero recorrerá el Mediterráneo durante 11 maravillosas noches, tras las cuales, el viajero regresará a la pequeña isla. Sin embargo, en el anuncio no aparece Malta por ninguna parte, ¿acaso este país es solo un paraíso para los bolsillos de algunos? 

 

En cualquier caso, ambas imágenes sirven como punto de partida para este libro, un juego de espejos entre Tenerife y Malta; una mirada vaga y dispersa sobre algunos lugares ajenos a la mercadotecnia turística, aunque, quizás, relevantes para entender la idiosincrasia de estas dos islas tan lejanas pero tan próximas. 

 

Las fotos aquí recogidas pueden haber sido tomadas con una buena cámara digital, un móvil, una antigua cámara analógica o descargadas de un grupo de Whatsapp, lo mismo da. Dicho lo cual, pasen y vean, porque poco más hay que decir.